Ricardo Suárez-. Bienvenidos una edición más a "Marcando el tiempo" aquí, en VAV radio; os saluda Ricardo Suárez, y con nuestro invitado habitual vamos a conversar por supuesto sobre un tema de relojería pero en este caso un poco de historia relojera, un poco de cultura, de cultura del entretenimiento, ¿verdad? Bienvenido Mateo.
Mateo Salazar-. Pues sí, cultura del entretenimiento porque vamos a hablar de relojes en la ficción, el cual creo que es un tema muy interesante.
Ricardo Suárez-. Porque los relojes en la ficción eran, más que relojes, smartwatches, ¿no?
Mateo Salazar-. No siempre. Si hablamos de relojes en la ficción debemos meter entre ellos a relojes que aparecen en películas de todo tipo, y en series, eran relojes normales y corrientes. Relojes que utilizaba el protagonista para diversas tareas, o porque era una parte integrante y muy importante de la trama, como por ejemplo "Commando" de Arnold Schwarzenegger, en la cual le vemos con un Seiko, un actor que usó varios en sus filmes: un G-Shock DW-5500 en "Perseguido" ("The running man"), o un AD-820 de la línea Oceanus de Casio para la película "El último gran héroe" ("Last Action Hero") que, por cierto, se subastó hace unos años por 600 dólares.
Ricardo Suárez-. Pero me refiero a que algunos relojes eran más estilo reloj inteligente, que permiten hacer varias cosas, ¿no?
Mateo Salazar-. Sí, todos tenemos en mente por ejemplo relojes como el de KITT, ("El coche fantástico", "Knight Rider"), que permitían conversaciones a distancia. Principalmente eran utilizados como aparatos de comunicación, en este sentido no iban muy desencaminados a lo que son hoy en día los smartwatches, como dispositivos de comunicación aunque bien es cierto que muchos de estos aparatos en el imaginario popular se pensaba que irían a estar disponibles en torno al año 2000, y luego ocurrió que en ese año si había algo de muñeca con lo que uno pudiera hablar era el Casio AV-3 y poco más, que te permitía grabar audio.
Ha sido algo, por lo tanto, relativamente reciente lo de comunicaciones vía reloj, recordemos que los Android watches tienen micrófono, pero en este caso se utiliza más bien como un medio de relación con el famoso dispositivo que es el objeto por antonomasia que identifica a la sociedad de hoy, el dispositivo que nos domina a todos, que es el smartphone. No el reloj en sí como un elemento aislado e individual como se veía en algunas de las escenas de películas y también en cómics y novelas.
Ricardo Suárez-. ¿Puede ser que sea un paso previo todo eso para convertir el reloj en un dispositivo completo por sí mismo?
Mateo Salazar-. Por supuesto la tecnología no nos permite todavía que el reloj se convierta en todo lo que tiene un smartphone, aunque solamente sea por el tamaño. Para ello se necesitaría mejoras como displays holográficos que aún está lejos la tecnología de hacerlos prácticos para el gran público y a un coste "admisible". Para eso se necesitaría eso, otro tipo de tecnología, como la holográfica que nos permitiera displays más grandes, e incluso relacionado con gafas inteligentes, que parece que también ahí se ha estancado bastante todo porque las de Google han decepcionado bastante, y a día de hoy han detenido su desarrollo.
Aún queda bastante para que el reloj se convierta por tanto en un smartphone al uso y ocupe su lugar. No sé si llegará el momento, porque eso también está por ver. Quizá el smartphone acabe eclipsándolo también. Pero bueno, parece que es a eso a donde nos dirigimos.
Ricardo Suárez-. Y en el plano de la ficción literaria, ¿el reloj cómo ha sido utilizado?
Mateo Salazar-. Como decía al principio hay una gran variedad de usos para el reloj. En cuanto a libros hay bastante de ficción donde el reloj es protagonista, o al menos forma parte de la trama, como en "La mujer del reloj" de Álvaro Arbina, o el sorprendente reloj Deveraux de Laura Gallego en su "El coleccionista de relojes extraordinarios", sin olvidar "19 minutos" de Nelbu. Curiosa es la novela de Juan Campos Payo, en "Memorias de un reloj", donde vemos a un reloj hablando de sí mismo y de los personajes que han pasado por su vida (o mejor dicho, ante sus agujas), y con una narrativa muy rica y llena de detalles, un gran libro en suma, que sin embargo no es una trama totalmente original, ya la vimos en Enrique Martín Pardo con su "Historia de un reloj de pared".
Hay libros de relojes verdaderamente extraños, como "Purgatorium" de Nelbu que podría haber sido un libro magistral si su autor lo hubiera enfocado a los relojes mecánicos, o "El reloj invertido de Liebitz", que no es propiamente un libro sobre relojes pero que posee curiosas referencias y metáforas, empezando con una muy interesante en donde dice que "el tiempo nos engaña, nos hace creer que reina el orden encerrado en una burbuja de cristal, cuando fuera reina el caos", o algo así, en referencia a la esfera de un reloj con sus manecillas tan justas, medidas, tan bien ordenadas...
Y siguiendo con las curiosidades, uno de los más llamativos es "El reloj de la buena muerte", que tampoco es un libro sobre relojes. En realidad lo editó la Congregación para la Buena Muerte nada más y nada menos que en 1711, y la razón de ese impactante título se debe (el mismo libro lo explica) a que el reloj para ellos era -y es- espejo de la brevedad de esta vida. No es tampoco un libro fácil de leer, y además no es ficción, por lo que me estoy saliendo un poco de la temática que estamos tratando hoy, pero no podía dejar de mencionarlo como curiosidad para nuestros oyentes.
En cuanto a otro tipo de publicaciones como cómics, lo cierto es que no se prodiga mucho el reloj, a excepción de aparecer como un elemento más de la vestimenta de los personajes, o casual (por ejemplo para consultar la hora). Ahora a veces ni siquiera dibujan reloj en las muñecas, antes al menos tenían los dibujantes el detalle de hacerlo. Y casi es mejor así porque cuando lo hacen, como en el caso de "El Rey Reloj" del Universo de DC Comics, convierten a un relojero en un supervillano.
Ricardo Suárez-. ¿Respecto a series de televisión, cuales podríamos mencionar?
Mateo Salazar-. Pues aparte de las que ya he dicho, tenemos series de animación como "Ben 10" donde vemos un reloj como elemento principal -y esencial- del argumento, o la misma Last Exile en donde vemos muchísimos relojes y muchísima tecnología mecánica. En películas, una que seguramente muchos de nuestros oyentes recordarán es "24 horas", en donde el reloj era otro de los elementos esenciales, o el concepto de tiempo, para ser más exactos. Tuvo bastante éxito y esa medición del tiempo era uno de los aspectos en los que se sustentaba toda la serie.
Ricardo Suárez-. También como elemento para dominar el tiempo, ¿no?
Mateo Salazar-. Sí, indudablemente el tiempo, como tal, es un concepto que siempre se dio bastante bien para la temática de ficción: dominar el tiempo, y poder viajar hacia el pasado y el futuro ofrecía un poder inmenso y por supuesto mucho atractivo cinematográfico. Y una de las películas por antonomasia, que tiene precisamente al reloj -y al viaje en el tiempo- como uno de sus elementos centrales es "Regreso al futuro", la trilogía de "Regreso al futuro", con un éxito enorme que por ello catapultó a uno de los modelos de Casio, y a sus relojes calculadora como uno de los más famosos en los ochenta. Es un buen ejemplo de este tipo de tramas.
Pero no olvidemos tampoco "La máquina del tiempo", de Herbert George Wells (más conocido como H. G. Wells), que aparte de la película original de 1960 y del libro, por supuesto, tuvo una secuela hace relativamente poco tiempo, en el 2002, que aunque no superaba la original -creo que la película original es magnífica, incluyendo la ambientación y todo el trabajo de puesta en escena, además de ser una película muy entretenida y muy bien hecha- el concepto de tiempo estaba muy presente, y vemos en ella relojes por todos lados, porque obviamente sobre eso gira la película, y tenemos otra vez el reloj como un elemento fundamental. Algo que mucha gente no sabe, además, respecto a esta última película, es que fue dirigida por Simon Wells, bisnieto del mismísimo Herbert George Wells y que cuenta entre sus trabajos con participaciones en éxitos de taquilla como "El príncipe de Egipto", "Kung Fu Panda" o "Shrek".
Dominar el tiempo es una de las grandes quimeras del género humano, y de la ciencia-ficción por supuesto, y ofrece a la persona capaz de lograrlo controlar todo lo que ocurra a su alrededor, porque todo lo que acontece a nuestro alrededor lo tenemos organizado y dominado por el tiempo. No solamente en las tareas cotidianas que tenemos que realizar, en los trabajos manuales y en nuestras diferentes dedicaciones, sino que el concepto de tiempo también nos envuelve a nosotros en el sentido que, inmersos en el tiempo, envejecemos inexorablemente. Por todo eso el tiempo, como elemento que nos rodea (y que el reloj nos muestra como algo medible y casi "palpable") nos controla no solo nuestra vida, sino que nos controla a nosotros mismos, porque eso: experimentamos su paso, y hace que se degrade todo a nuestro alrededor. Lo mismo que el tiempo nos deteriora a nosotros y paradójicamente a los propios relojes que lo miden. Porque el tiempo no se puede encerrar en un reloj, un reloj solo es una máquina, un elemento que lo mide, que nos permite visualizarlo y ser gracias a ese aparato conscientes de su paso, de su transcurrir.
Un transcurso medible para nosotros, claro, porque aunque no seamos muy conscientes de ello (si hoy nos miramos al espejo, y nos volvemos a mirar mañana, apenas notaremos cambios) el lento devenir (o rápido, porque ese también es un concepto un poco psicológico) de su paso nos lo va mostrando segundo a segundo un reloj. Sea mediante el paso o el conteo de dígitos en un digital, o el movimiento de una aguja segundero. Ello nos va diciendo que el presente va desapareciendo y vamos, inexorablemente, hacia un futuro, un futuro incierto pero que a cada paso y a cada instante lo hacemos realidad a nuestro alrededor.
Ricardo Suárez-. Pues sí: el presente va desapareciendo, y el tiempo también, nunca mejor dicho, dedicado para este programa también nos supera. Han sido unos minutos muy amenos contigo, Mateo, aquí en "Marcando el tiempo", y muchas gracias por estar con nosotros en VAV Radio.
Mateo Salazar-. De nada. Como siempre, un placer.
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